Este software avanzado se empieza a aplicar en proyectos urbanísticos para maximizar la calidad de su ejecución y optimizar la posterior gestión de la ciudad.

Los modelos en 3D no sólo reflejan la realidad física de los proyectos urbanos, sino que incorporan toda la información técnica necesaria para una total coordinación.

Se trata de una tecnología que permite ya crear una ciudad virtual idéntica a la real, llamada “gemelo digital”, que abre un nuevo campo de posibilidades.

La informática ha dado en los últimos años un salto de gigante en su uso para proyectos de arquitectura e ingeniería gracias a la tecnología BIM (del inglés, Building Information Modelling), un método de representación que empieza a aplicarse también en grandes actuaciones urbanísticas. La tecnología BIM permite un control total del proyecto por parte de los técnicos que hasta ahora parecía impensable. Y es que al igual que en los años 90 se pasó de trazar los diseños de arquitectura a mano —con escuadra y cartabón— a la revolución del dibujo asistido por ordenador (CAD), la nueva era de la representación de proyectos viene ahora de la mano de BIM.

Esta nueva metodología permite representar con total fidelidad y en tres dimensiones todos los aspectos de un proyecto, más allá del mero dibujo, incluyendo también información de materiales de construcción, estructuras, instalaciones, presupuestos, y mucho más. Las posibilidades se multiplican. Uno de los mayores beneficios de este sistema es su capacidad para que todos los equipos que participan en un proyecto complejo trabajen en el mismo modelo integrando, a tiempo real y en una única representación virtual, todos los detalles del diseño, desde la topografía a los acabados de construcción. Esto hace que la coordinación sea absoluta y que, si se encuentra algún problema o detalle a corregir, éste se manifieste ya en el modelo virtual y no en la obra real, ahorrando de esta manera sobrecostes, tiempo y recursos. El resultado de la incorporación de esta tecnología es una construcción mucho más controlada, estandarizada y de mayor calidad.

La toma de datos por la técnica “scan-to-BIM” consiste en el escaneo mediante laser de la realidad, convirtiendo una nube de puntos en tres dimensiones resultante en objetos paramétricos BIM. Foto: Quynhphamnhat

Europa apuesta por BIM

La implantación de BIM en la construcción a nivel europeo está siendo gradual. En los países escandinavos la apuesta por esta tecnología ha sido fuerte desde su creación y todos los proyectos públicos se ejecutan ya con herramientas BIM tanto en Suecia, Noruega y Finlandia como en Dinamarca. Reino Unido también está siendo pionero en la implantación de esta metodología y otros países como Francia, Irlanda, Alemania o Italia se han subido al tren con distintas iniciativas institucionales y grados de penetración. En nuestro país, el Ayuntamiento de Madrid no es ajeno al nuevo escenario que se abre con esta tecnología y lleva varios años trabajando, junto con la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), en desarrollar un sistema de tramitación de licencias urbanísticas para los nuevos edificios basado en BIM. Este sistema, que está aún en fase piloto, permitirá acortar al máximo los plazos de tramitación y aportar una gran fiabilidad a la hora de comprobar de forma automatizada que los proyectos de arquitectura responden a todos los requerimientos legales para su construcción.

Integrando proyectos en un único modelo urbano

Aunque el BIM se está implantando sin vuelta atrás en numerosos estudios de arquitectura y de ingeniería de todo el mundo y se utiliza ya en proyectos cada vez más extensos, la aplicación a grandes proyectos de urbanismo, que integran en una sola actuación múltiples obras de ingeniería y de arquitectura a gran escala, introduce una complejidad extra y requiere de una planificación muy meticulosa. Son aún muy escasos los ejemplos de esa integración completa de un nuevo barrio en un único modelo BIM. Porta Nuova, la actuación urbanística más emblemática de la ciudad de Milán, es uno de los más reseñables. También Madrid Nuevo Norte, el gran proyecto de regeneración urbana de Madrid, está adoptando esta tecnología desde el primer momento y aspira a aprovechar al máximo el potencial de este software de modelado digital.

Las ventajas de la tecnología BIM para un desarrollo urbanístico facilitan el diseño coordinado entre equipos, mejoran y controlan el proceso de construcción y aportan nuevas posibilidades para la gestión y mantenimiento de los nuevos barrios. La integración de toda la información en un único modelo virtual podría incluso posibilitar, una vez concluido el proyecto, que gracias a BIM se optimice la gestión de las infraestructuras de energía, riego y gestión de residuos, los equipamientos públicos, el transporte y las medidas de smart city que se puedan implantar en las calles de la ciudad.

El “gemelo digital”, un clon virtual de la ciudad

La complejidad y el nivel de detalle de estos modelos es tal que abre nuevas posibilidades en todas las fases del proyecto urbanístico. En un primer momento, el llamado “modelo cero” representa el terreno tal como es antes de empezar a construir, y se va modificando y actualizando a tiempo real conforme las obras avanzan, hasta llegar a un estado final denominado “as-built”, que representa exactamente y con todo detalle las nuevas calles, parques e infraestructuras, así como el resto de elementos urbanos. La tecnología permite geolocalizar y ubicar también en ese modelo unificado los distintos proyectos de arquitectura de los edificios que también se vayan ejecutando con tecnología BIM. De esa manera, se podría llegar a conseguir lo que se denomina un “gemelo digital” de la ciudad, un duplicado virtual totalmente fiel a la realidad, que se convierte en una herramienta con inmenso potencial para la gestión de la ciudad por parte de las Administraciones Públicas y de las empresas de mantenimiento.