La construcción de rascacielos se dispara en las urbes con más proyección de futuro.
Los rascacielos se han transformado en un símbolo del urbanismo moderno. Cada vez más ciudades se suman a la carrera internacional para construir torres cada vez más altas, como un símbolo de su plena inclusión en la moderna economía globalizada.
La fiebre de los rascacielos es tal que en los últimos dos años se han construido en el mundo 39 torres altas más de 300 metros, según un artículo publicado en el World Economic Forum. A finales de 2016, había en el planeta 142 rascacielos por encima de esta altura y, según las previsiones, cuando termine 2018 este número se habrá elevado hasta los 160. Entre los edificios que se prevé terminar entre este año y comienzos del siguiente está la Jeddah Tower, el rascacielos que se está construyendo en Jeddah, la segunda ciudad más importante de Arabia Saudí. Jeddah Tower será el edificio más alto del mundo, con más de 1.000 metros: eso es, un kilómetro de altura que dejará muy atrás el récord que actualmente detiene el Burj Khalifa, en Dubai, que mide 830 metros.
Obviamente, la pasión por los rascacielos no es igual en todos los países. La construcción de esta tipología de edificios requiere de ingentes recursos técnicos y económicos, que no están a disposición de todos. En este escenario, no extraña que sea China, una de las potencias económicas que más se expande, quien lidere la carrera de los skyscrapers. El país asiático ha construido en el último quinquenio 38 nuevos edificios de más de 300 metros, y a lo largo de este ejercicio terminará otros 16.
En la mega-región china del Pearl River Delta, la zona donde se encuentran ciudades como Hong Kong, Shenzhen y Guangzhou, están veinte de los 100 rascacielos más altos del mundo. En total, el país asiático posee 46 de las 100 torres más altas y, según coinciden los expertos, este porcentaje está destinado a crecer en los próximos años. El mayor del país es la Shangai Tower, en la ciudad homónima, que mide 632 metros y cuyo uso está repartido entre oficinas y hoteles.
Los Emiratos Árabes son otros de los países que más joyas están dando a los amantes de los rascacielos. El skyline de países como Dubai está caracterizado por las construcciones en alturas: si se incluyen los edificios de más de 100 metros, su número supera el millar. Actualmente, se están construyendo otros 13 proyectos de más de 300 metros.
Moviéndonos a Europa, el país que destaca por sus construcciones en altura es Rusia. Más concretamente, el International Business Centre de Moscú alberga el rascacielos más alto de Europa, la Vostok Tower, de 374 metros, que se terminó en 2016 y alberga oficinas y viviendas.
En cambio, Estados Unidos, el país que en el XX siglo fue el precursor y el líder indiscutido de los rascacielos, ha ralentizado mucho su carrera frente a los nuevos competidores. En los últimos 20 años, en todo el país apenas se han realizado seis torres comerciales de más de 300 metros. No obstante, la situación está cambiando de nuevo, especialmente en Nueva York. Debido al espectacular momento que vive el mercado inmobiliario de lujo, la ciudad asiste a la construcción de hasta 30 nuevos rascacielos. Entre ellos, el más alto será la Central Park Tower, cuya construcción finalizará en 2020 y que medirá unos 472 metros.