El consenso internacional indica que la sostenibilidad urbana debe conjugar las necesidades de crecimiento urbano y económico de las ciudades, para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, con la limitación de los recursos naturales. Un desarrollo urbano sostenible es aquel que plantea un modelo de ciudad compacta, eficiente en el uso de recursos, respetuosa con el patrimonio natural y estable socialmente.
Así se desprende del análisis realizado por la firma independiente de ingeniería, planificación y consultoría Arup, a petición de Distrito Castellana Norte, de los principales acuerdos vigentes y marcos internacionales en los que se debate sobre sostenibilidad urbana. Este análisis refleja que el desarrollo urbano sostenible es un concepto global que se asienta sobre tres pilares.
En primer lugar, el pilar económico. Un proyecto sostenible promueve iniciativas para mejorar la prosperidad, la competitividad y potencialmente la salud económica y laboral, con el objetivo de realizar un proyecto viable económicamente.