Las ciudades sostenibles son, por naturaleza, compactas. Registran una alta ocupación del suelo disponible, apostando por la mezcla de usos entre edificios de viviendas, oficinas, comercios, equipamientos, zonas verdes y espacios públicos. Este modelo de ciudad favorece la eficiencia en el consumo de recursos, la cohesión social y permite generar espacios comunes y servicios públicos próximos, así como una amplia variedad de opciones de transporte público.
La firma independiente de ingeniería, planificación y consultoría Arup ha seleccionado el proyecto HafenCity, en la ciudad alemana de Hamburgo, como ejemplo de modelo urbano compacto y mixto, la tercera categoría de las ocho que debe abordar todo proyecto que se busque la excelencia en materia de sostenibilidad, tal y como recoge en su estudio “Sosteniblidad urbana”.