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Rememoramos el papel histórico de la carretera de Francia, una vía de transporte que recorría hace un siglo el ámbito de Madrid Nuevo Norte.
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Los carruajes partían de Cuatro Caminos y recorrían el pueblo de Fuencarral pasando por ermitas y santuarios.
El crecimiento de Madrid ha ido históricamente asociado, en gran medida, a los caminos y carreteras que partían de la Villa y Corte hacia otras localidades importantes de los alrededores: la calle de Alcalá, la calle de Toledo, la de Segovia y otras tantas sobradamente conocidas y representativas de nuestra ciudad, surgieron a partir de un sistema de vías radiales en torno a las cuales se iba construyendo y habitando. Pero no es un hecho tan conocido que la memoria de los terrenos donde se desarrollará el proyecto de Madrid Nuevo Norte está fuertemente vinculada a la que entonces se llamaba indistintamente Carretera de Francia o Camino de Irún. Esta vía recorría la actual calle de Bravo Murillo y continuaba por lo que hoy es la Castellana. Hasta principios del siglo XX delimitaba el término del casco urbano de Madrid a la altura de la glorieta de Cuatro Caminos: un nombre muy significativo de lo que en ese espacio ocurría, ya que Cuatro Caminos era la parada de postas para partir a Francia.