Las ciudades tan solo ocupan el 2% de la superficie total del planteta, pero el 54% de la población mundial vive en ellas, una cifra que se prevé aumente hasta el 70% en torno al año 2030.
De esta forma, las urbes son responsables de la mayoría de los impactos globales, ya que generan el 70% de las actividades económicas, son causantes del 70% de las emisiones contaminantes a la atmósfera y de la generación del 70% de los residuos, además de consumir más del 60% de la demanda energética mundial.
Por ello, en un futuro en el que se prevé un papel creciente de las ciudades, la sostenibilidad urbana es fundamental para lograr un patrón de desarrollo que tenga en cuenta las necesidades de sus actuales habitantes sin comprometer las condiciones de las generaciones futuras.
En este marco, los desarrollos urbanísticos suponen una oportunidad única para abordar las problemáticas y los grandes retos de las ciudades actuales: cambio climático, desigualdad, cohesión social, atracción de inversión y generación de actividad económica y puestos de trabajo.