Las calles y edificios emblemáticos de Madrid han sido escenario de algunas de las más destacadas películas españolas
La ciudad de Madrid ha sido escogida como escenario de películas de todos los géneros desde los orígenes mismos del cine español. De hecho, nuestra primera película sonora, “El misterio de la Puerta del Sol”, rodada en 1929, se ambientó en Madrid e incluye numerosas escenas de los alrededores de Sol y vistas aéreas del centro de la ciudad. Cineastas como Edgard Neville, Berlanga, Almodóvar o Jim Jarmusch han retratado en su obra escenas madrileñas en las que se muestran distintos aspectos y escenarios urbanos de la capital y de sus barrios.
Hoy nos queremos detener en algunos de los escenarios arquitectónicos icónicos de nuestra ciudad que han sido localización de algunas de las escenas más memorables del séptimo arte español.
Una de las ubicaciones recurrentes ha sido, por su espectacularidad, la Gran Vía. Tal vez la escena madrileña más impactante de nuestro cine es el comienzo de “Abre los ojos” de Alejandro Amenábar, en la que una Gran Vía fantasmagórica y desierta se muestra imponente ante los ojos del protagonista. Como anécdota, la escena se tuvo que rodar repetidas veces ya que, aunque las calles estaban cortadas para el rodaje, de las ventanas de los edificios se asomaban personas a cada momento. Al final se logró completarla, pero no se pudo evitar que apareciese una persona de uno de los balcones, aunque pasa prácticamente desapercibida.
La Gran Vía ha sido también escenario de una de las películas más destacadas del cine negro español, “El Crack”, en la que José Luis Garci dibuja el Madrid de 1981 como una metrópolis agitada y moderna en la que Alfredo Landa se convierte en un detective privado al estilo de los clásicos de Hollywood. Alex de la Iglesia también se fijó en esta emblemática arteria madrileña más de veinte años después, en su famosa “El Día de la Bestia”. Sus tomas aéreas y sus encuadres efectistas buscan mostrar una Gran Vía nocturna, monumental y espectacular para sus escenas de acción vertiginosa. Célebre es el momento en el los protagonistas tratan de escapar encaramándose al famoso letrero de Schweppes en lo alto del edificio Carrión, en Callao.