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Humedales de Madrid, láminas de agua que rebosan biodiversidad

  • Madrid

La Comunidad de Madrid cuenta con una red de 23 humedales catalogados por su interés científico, ecológico y recreativo.

De las lagunas glaciales de origen natural de Peñalara a las de origen artificial de los sotos cercanos al Tajo y al Jarama, la variedad de fauna y flora es inmensa.

 

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Con una superficie de poco más de ocho mil kilómetros cuadrados, la Comunidad de Madrid presenta una gran riqueza de ecosistemas, en gran parte gracias a las láminas de agua que constituyen humedales y embalses en las que hacen escala en sus viajes internacionales numerosas aves migratorias. Sin embargo, la elevada presión demográfica de la región (6,6 millones de habitantes) y las consecuencias de la sobreexplotación en el pasado de algunos terrenos hacen necesaria la protección de estos parajes, para asegurar su buen estado de conservación y preservar la fauna y flora asociadas. Para ello existe un Plan de Actuación sobre Humedales Catalogados a lo que se suma su inclusión en el Inventario Nacional de Zonas Húmedas y muchos de estos espacios están considerados Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), como las lagunas de Peñalara, los carrizales de Aranjuez o el embalse de El Pardo.

 

23 humedales protegidos

La Comunidad de Madrid considera humedales a las “zonas pantanosas o encharcadizas y, en particular, las turberas o aguas rasas, ya sean permanentes o temporales, estén integradas por aguas remansadas o corrientes y ya se trate de aguas dulces o salobres, naturales o artificiales, así como los márgenes de dichas aguas”. La red de humedales protegidos de la región consta de un total de 23 repartidos por todo el territorio que, además de fomentar la biodiversidad, contribuyen a regular la climatología y el ciclo hidrológico, sin olvidar que representan un patrimonio paisajístico y sociocultural innegable.

Los humedales madrileños presentan singularidades botánicas, hidrológicas y geológicas, su interés va del científico al recreativo y en ellos recalan numerosas especies de reptiles, anfibios y anátidas, así como insectos muy ligados a estos ecosistemas acuáticos.

Senderista contempla una de las lagunas de origen glacial de Peñalara

Un senderista contempla una de las lagunas de origen glacial de Peñalara, situadas a una altura superior a los 1.600 metros en las inmediaciones de la cabecera del río Lozoya. Foto: José Ramiro ©AGE

 

Importancia internacional de las lagunas de Peñalara

A la subcuenca del Lozoya pertenecen los humedales de importancia internacional del macizo de Peñalara (Rascafría), una de las zonas más visitadas del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Los de Peñalara, dentro de la ZEPA del Alto Lozoya, constan de 242 láminas de agua de entre las cuales, las más relevantes son la laguna Grande, la laguna de Claveles, la laguna de los Pájaros, la laguna Chica y El Operante. Se sitúan a una altitud superior a los 1.600 metros y son humedales naturales de montaña de origen glacial, por lo que no solo tienen interés biológico sino geomorfológico. Desempeñan una importante función de regulación hidrológica por encontrarse en la cabecera del principal río de abastecimiento a Madrid, el río Lozoya, y albergan un amplio listado de especies endémicas, raras o amenazadas, tanto de flora como de fauna.

 

Aranjuez y los entornos del Tajo y el Jarama

A la laguna de las Esteras, dentro del término de Colmenar de Oreja, se suman otras láminas de agua incluidas igualmente en la subcuenca del Tajo, pero dentro del término municipal de Aranjuez, como el mar de Ontígola, el humedal del Carrizal de Villamejor y Soto del Lugar. En ese mismo término municipal, pero dentro de la subcuenca del Jarama, el catálogo destaca la laguna de Soto de las Cuevas.

Ubicado en un paraje semidesértico, el humedal del Carrizal de Villamejor, incluido en una ZEPA, es el más extenso de este grupo y, como su nombre indica, destaca especialmente desde el punto de vista botánico por su importante carrizal -uno de los mayores de la Comunidad de Madrid- y por la presencia de sapina -especie vegetal propia de zonas salinas-. Un lugar frecuentado por aves como el búho chico o el ánade azulón y con presencia de peces como el barbo común, gracias a la contribución de agua dulce procedente del arroyo de Martín Román.

 

Lámina de agua del denominado mar de Ontígola

Lámina de agua del denominado mar de Ontígola, perteneciente a la subcuenca del Tajo y ubicada en el término municipal de Aranjuez. Foto: Arturo Rosas ©AGE

 

Por su parte, el mar de Ontígola está igualmente considerado ZEPA, tiene origen artificial asociado a una presa para riego construida en el siglo XVI que supuso un hito de la ingeniería hidráulica, y destaca por su alto valor ecológico al servir de refugio su característica flora a base de carrizales y tarayales a una gran variedad de avifauna acuática, reptiles y anfibios.

La laguna de las Esteras es un humedal hipersalino en el que se han detectado nidos de cigüeñela y en donde se presume la presencia de sapos corredores por adaptarse bien a la excesiva salinidad. Por su parte, el principal interés del humedal de Soto del Lugar, incluido en una ZEPA, radica en que es el único de la Comunidad de Madrid que constituye un elemento testimonial de un antiguo curso fluvial, concretamente del río Tajo, además de ser un importante refugio de fauna silvestre, que incluye aves como el escribano palustre.

La laguna de Soto de las Cuevas, aunque tiene origen artificial, está incluida en una ZEPA y presenta un alto grado de naturalización y conservación, con presencia de variedad de fauna, incluyendo ejemplares de especies amenazadas como el tipo de nutria Lutra lutra, la cigüeña blanca, la garza más pequeña de la fauna europea (Ixobrychus minutus) o el galápago leproso.

 

Otros paisajes del Jarama

También en la subcuenca del Jarama, pero en otros términos municipales, están las lagunas de Soto Mozanaque (Algete), las lagunas de las Madres (Arganda), las lagunas de Ciempozuelos (Ciempozuelos), las lagunas de Belvis (Paracuellos del Jarama), las lagunas de Sotillo y Picón de los Conejos así como las lagunas de Velilla (ambas, en Velilla de San Antonio), la laguna del Campillo y la laguna de Soto de las Juntas (ambas, en Rivas Vaciamadrid.

 

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El abejaruco europeo es una de las vistosas especies que se pueden contemplar en las lagunas de Soto Mozanaque, pertenecientes a la subcuenca del Jarama y al término de Algete ©AGE

 

El conjunto de lagunas de Soto Mozanaque, la mayoría temporales salvo la principal, tienen origen artificial asociado a antiguas actividades extractivas y el humedal se alimenta principalmente por flujos subterráneos, rasgo común a otros humedales de esta subcuenca. Está incluido en un coto de caza menor y el acceso está restringido, pero constituye una escala importante en la ruta de las aves migratorias por el centro de la Península. A ella acude una larga lista de especies de aves, algunas tan vistosas como el abejaruco europeo o el martín pescador, un anfibio de considerable tamaño como el gallipato y muy probablemente, otro difícil de ver: el sapillo pintojo ibérico.

La laguna permanente de las Madres, en la zona de las vegas y páramos del sureste, es una ZEPA en el entorno de los cursos bajos del Jarama y el Manzanares. A pesar de tener origen artificial, está considerado un humedal de importancia faunística, donde es posible avistar aves tan esquivas como la agachadiza común, y es el único enclave de la comunidad autónoma donde campa una especie vegetal acuática amenazada como es Najas marina. Además de estos reclamos, la laguna está acondicionada para usos recreativos.

Las lagunas de Ciempozuelos se generaron a partir de unas antiguas graveras y se alimentan de aguas subterráneas que han dado paso a la naturaleza reverdeciendo este espacio incluido en una ZEPA con una variada vegetación de ribera y propiciando la presencia de aves como el aguilucho lagunero, mamíferos como la rata de agua y reptiles como la culebra viperina.

 

Las lagunas pantanosas de Belvis

Las lagunas pantanosas de Belvis (subcuenca del Jarama) son el emplazamiento ideal para la puesta de huevos de anfibios, reptiles e insectos. Foto: Ayuntamiento de Paracuellos del Jarama.

 

Las lagunas de Belvis, de origen artificial, tienen una relevancia faunística y paisajística y están conectadas con el río Jarama por un bosque en galería formado por variedad de especies arbóreas y arbustivas. Este espacio pantanoso es ideal para la puesta de huevos de anfibios, reptiles e insectos. Entre esta espesura podremos escuchar, por ejemplo, los cantos del cetia ruiseñor o del zarcero políglota.

Abarcan una superficie considerable comparado con otros humedales las lagunas de Sotillo y Picón de los Conejos, que se incluye en una ZEPA y que cuenta con varias cubetas propiciando la heterogeneidad ambiental, con una considerable variedad de invertebrados y vertebrados. De entre las aves se ha confirmado la presencia de gaviotas reidoras y gaviotas sombrías, especie normalmente asociada a zonas costeras pero que ya no es raro avistar en Madrid. Por su parte, las lagunas de Velilla, en el mismo término municipal y que se sitúan en un meandro del río Jarama, constituyen otro importante reducto de fauna y flora.

La laguna del Campillo es una ZEPA que cuenta con un centro de educación ambiental que se adentra en sus aguas. Es el único enclave del Parque Regional del Sureste en el que puede encontrarse el galápago europeo Emys orbicularis. También es hogar de otros curiosos animales como la garza imperial y el pez gato.

 

Laguna del Soto de las Juntas

Laguna del Soto de las Juntas, perteneciente a la subcuenca del Jarama y al término municipal de Rivas Vaciamadrid. Foto: Getty Images

 

La laguna de Soto de Las Juntas, denominación que se refiere al lugar de la desembocadura del Manzanares en el Jarama, se encuentra actualmente en fase de recuperación. Es un entorno naturalizado con especies vegetales características de soto y ribera, mayoritariamente autóctonas, que es refugio de numerosas especies de fauna silvestre incluyendo, muy posiblemente, a la nutria y a numerosas especies de aves, entre otras, el martín pescador, la cigüeña blanca y el zampullín cuellinegro.

 

Entornos de los ríos Tajuña, Henares, Manzanares y Guadalix

El término municipal de Chinchón incluye varios humedales comprendidos en la subcuenca del río Tajuña, como la laguna de San Juan, la laguna de Casasola y la laguna de San Galindo. En contraste con las láminas de agua de la subcuenca del Jarama, las del término de Chinchón son de origen natural. De ellas, la de San Juan está rodeada por un carrizal casi impenetrable y es importante lugar de nidificación, descanso, refugio e invernada de una gran variedad de aves acuáticas, como el rascón europeo y el martinete común.

 

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Lagunas de Castrejón, pertenecientes a la subcuenca del Henares y situadas entre El Escorial y Zarzalejo, son una representación de las zonas húmedas a pie de monte de la sierra de Guadarrama. Foto: Rosa Fernández ©AGE

 

En la subcuenca del Henares destacan las lagunas de Castrejón (El Escorial y Zarzalejo), las lagunas de la presa del río Henares (Mejorada del Campo) y las lagunas de Cerro Gordo (San Fernando de Henares). Las lagunas de Castrejón, de origen natural y con sustrato granítico, son una representación del conjunto de zonas húmedas repartidas a pie de monte de la sierra de Guadarrama y una de sus lagunas se encuentra en una vía pecuaria. Albergan especies amenazadas de algas, como la Nitella flexilis, y en ellas recalan varios tipos de andarríos, entre otras aves. Por su parte, al humedal de Cerro Gordo, declarado ZEPA y que tiene un origen artificial, se accede por un camino desde el Centro de Educación Ambiental del Caserío de Henares de la Comunidad de Madrid y existen varias sendas interiores que conectan las distintas lagunas. Hay cerca un bosque de ribera asociado y frecuenta la zona el avetorillo común, entre otras aves amenazadas. La otra ZEPA de interés asociada al río Henares la forman las lagunas de la presa del río Henares y cuenta con una zona recreativa denominada Las Islillas. Sus orillas están pobladas por sauces, olmos, chopos y fresnos y el conjunto es hogar de especies amenazadas de aves, mamíferos y reptiles.

A la subcuenca del Manzanares pertenecen las lagunas de Horna (Getafe), hábitat favorable al sapillo moteado común, y las charcas de los Camorchos (Hoyo de Manzanares), que han vuelto a poblar las ranitas de San Antonio. Las de Camorchos además forman parte de la Reserva de la Biosfera en la que se incluye el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, con la diversidad de vegetación y fauna acuáticas que ello implica.

Perteneciente a la subcuenca del Guadalix, la laguna de Valdemanco (Valdemanco) alberga una rica comunidad de anfibios. Su carácter semipermanente no permite la presencia de peces y obliga a los anfibios a trasladarse a otras zonas encharcadas por temporadas.

6 agosto 2021

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Madrid Nuevo Norte


6 agosto 2021

por Madrid Nuevo Norte